IURIS LINGUA
El lenguaje jurídico del Novum Ius
El lenguaje jurídico del Novum Ius
La publicación digital IURISLINGUA, Año 1, número 1, publicada de enero a marzo de 2020, es una difusión periódica trimestral editada por el Intercontinental Lawyers Council - I.L.C. Obarrio. Avenida Samuel Lewis. Piso 4°, Oficina 400B. Teléfono(s): +507 833-9515/6929-5440, www.interlawcouncil.com.
Editor responsable: Dr. Lucio H. Mora H., lucio.mora@interlawcouncil.com. ©Copyrights. Reservados todos los Derechos tanto de Difusión como de Reproducción, ambos otorgados por la Dirección General de Registro de la Propiedad Intelectual - DIGERPI en la República de Panamá. Responsable de la última actualización de este número, Mgter. Sandra Delgado Rodríguez. Fecha de última modificación, enero de 2020.
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura de Intercontinental Lawyers Council - I.L.C.
Por: LUCIO H. MORA H.(Consejero Fundador)
La tecnología avanza a un ritmo frenético y en la actualidad son pocos los fenómenos que no se ven abocados a cambios significativos, como consecuencia de la incursión de la ciencia informática en casi todos los procesos de la vida cotidiana, no siendo una excepción el escenario financiero.
Más allá del acrónimo formado por los vocablos anglosajones Finance + Technology, el concepto Fintech aglutina a todas aquellas iniciativas orientadas a prestar nuevas modalidades de servicios financieros, que utilizan la última tecnología informática disponible, para posibilitar la oferta de productos y servicios, los cuales se caracterízan por la desmaterialización de la presencialidad, la inmediatez y su alta disponibilidad.
Esta creciente industria es toda una revolución en la actualidad y está llamada a cambiar los modelos de negocios financieros tradicionales, facilitando al cliente un mejor control y disponibilidad tanto de sus fondos, como de sus inversiones, permitiendo formas más rápidas, ágiles, seguras, sencillas y sobre todo, mucho más económicas de realizar cualquier transacción financiera; pero al igual que sucede con la tecnología informática, no hay casi actividad humana en la que el Derecho no pueda incursionar y Fintech es también un espacio natural en donde el Derecho y las regulaciones comienzan a aflorar, desafortunadamente a diferencia de la Tecnología el Derecho la mayoría de las veces va relegado, cientos de kilómetros atrás, bien sea porque en alguna jurisdicción Fintech no irrumpe de manera importante; porque no hay regulaciones o porque simplemente nuestros profesionales del Derecho no está preparados o no conocen del tema, siendo esta última la principal causa del atraso evidente que apreciamos por lo menos en la mayoría de países de América Latina.
Hoy por hoy conceptos tales como Regtech (Soluciones Tecnológicas que cumplen con regulaciones específicas); Suptech (Supervisión estatal basada en esquemas tecnológicos) y Legaltech (El Derecho aplicado a las tecnologías), comienzan a ser de uso común, sobre todo en escenarios en donde las Fintech y lo que significa esta revolución, están en pleno proceso de crecimiento y en algunos casos alcanzando un periodo de explendor, y cuando apuntamos este aspecto, nos referimos específicamente a Norteamérica, Europa y Asia, por
lo que siendo ya expresiones de cotidianeidad en ciertas jurísdicciones, surje la necesidad imperiosa de formas del derecho capaces de hacer frente a estos nuevos fenómenos y desafíos regulatorios.
La incorporación de las fintech ha tenido clara ventajas para el sector financiero, ya que por ejemplo y para citar un ejemplo, ha permitido la democratización de servicios, de manera que éstos puedan llegar a sectores no bancarizados y sub-bancarizados, en los que se requiere flexibilidad, innovación y bajos costos.
Las fintech también promueven una mayor diversidad en el mercado, con nuevos canales para distribuir una amplia gama de productos y servicios, o la optimización de estos, o simplemente la facilitación de la prestación de dichos servicios, ya que no requieren de presencialidad física, situación de gran acogida en los clientes, ya que con las fintech se logran vencer las barreras de tiempo y distancia, con mayores marcos de actuación que los propuestos por los sistemas financieros tradicionales.